A mediados del siglo XX, William Sheldon desarrolló la idea de somatotipos para explicar diferentes tipos de comportamiento criminal. Sheldon definió tres tipos de cuerpo que se cree que están asociados con la criminalidad: mesomorfos, que están en forma atlética; endomorfos, que tienen sobrepeso, y ectomorfos, que se caracterizan por fragilidad y delgadez. La investigación de Sheldon implicaba que los individuos mesomórficos eran más propensos a cometer actos violentos y agresivos. Esta investigación explora un nuevo método de somatotipado utilizando el Índice de Masa Corporal (IMC). Lo que sigue es un examen de los presos del Estado de Arkansas, utilizando la información proporcionada por la base de datos de reclusos del Departamento de Corrección de Arkansas. En particular, este documento examinó las características físicas de los reclusos, como la edad, la altura y el peso, en comparación con los tipos de delitos que cometieron. Los hallazgos de este artículo muestran que el IMC es una alternativa útil a las técnicas tradicionales de somatotipado; los hallazgos también sugieren que el somatotipo de un prisionero está asociado con patrones criminales mientras que es un pobre predictor de criminalidad. Se discuten las implicaciones metodológicas y teóricas de este estudio.